El telescopio espacial James Webb nos manda cada poco tiempo imágenes completamente asombrosas del espacio. Sin ir más lejos, gracias a esta potente herramienta hemos podido ver estrellas oscuras, galaxias más antiguas que la nuestra, un gran interrogante en el espacio (en el sentido literal) y una impresionante fotografía de la nebulosa del Anillo.
Ahora, el James Webb vuelve a dejarnos boquiabiertos con unos impresionantes mosaicos de otra nebulosa: la nebulosa de Orión. Esta enorme región formada por gas y polvo estelar es una de las más cercanas al Sistema Solar, y se ubica a tan solo 1.344 años luz de nosotros.
Para componer estos fascinantes mosaicos, se utilizaron más de 3.000 imágenes individuales tomadas por el telescopio. Según Space.com, el resultado final se ha añadido a la aplicación ESASky de la Agencia Espacial Europea, un mapa interactivo de todo el cielo con una interfaz fácil de usar que permite al público ver imágenes increíbles del universo.

La nebulosa de Orión es una “granja de estrellas” compuesta por cerca de 2.800 estrellas jóvenes, así como muchísimas más que están todavía en proceso de formación dentro de un denso velo de gas y polvo.
Gracias a la NIRCam, la Cámara de Infrarrojo Cercano del James Webb, los científicos pudieron observar a través del gas y el polvo estelar, descubriendo discos protoestelares, flujos de estrellas nacientes y planetas “libres” (que no orbitan alrededor de ninguna estrella).
Hasta el día de hoy, el telescopio James Webb ha detectado cerca de 40 pares de planetas gigantes gaseosos de flotación libre, conocidos como JuMBO. A pesar de que en la Nebulosa de Orión ya se han encontrado anteriormente planetas que flotan de forma libre, los JuMBO encontrados en zonas como el Cúmulo del Trapecio sorprenden a la comunidad científica por su tendencia a venir en parejas.