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El “Padre” de la Agencia Tributaria Española

Luis Ponce de León

Luis Ponce de León

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Como todos los años por estas fechas llega el momento de ajustar cuentas con la Agencia Tributaria española o en su caso con la autonómica de turno.

Quien más quien menos ya sabe si le toca pagar o cobrar aunque también los hay que se desentienden tanto de este asunto como para que el resultado se lo tomen como el de la Quiniela.

Aquellos que no aceptan los borradores automáticamente o que no delegan la Declaración en gestorías tienen tres opciones: pedir el borrador y confirmarlo, modificarlo o rechazarlo; hacer la Declaración mediante los papeles de toda la vida que se compran en cualquier estanco o utilizar el programa “Padre” de la Agencia Tributaria Nacional.

Antes que nada conviene recordar que esta aplicación sólo sirve para las declaraciones no forales.

Pues bien, este programa se descarga desde la página de la Agencia Tributaria. Cada año el programa se renueva para adaptarse a nuevas leyes y formatos por lo que hay que prestar mucha atención a la versión del programa que se descarga.

Como no podía ser de otra manera, viniendo de la Administración, el programa está diseñado para Windows. No dice para qué versiones pero que todo funciona correctamente en XP. En alguna anotación se lee que las ayudas no funcionan en Vista. En Macintosh y Linux hay que usar alguna aplicación como Citrix. No existe una versión del programa para estas plataformas.

A juzgar por su aspecto, el programa “Padre” tiene una interfaz propia de una aplicación desarrollada para Windows 95 ó 98. Esto de por sí decepciona un poco. Cualquier diría que Hacienda sufre escasez de fondos para desarrollar una aplicación a la altura de las necesidades y los tiempos.

Cuestiones estéticas a parte, lo primero que hay que hacer es rellenar los datos identificativos que el programa copiará en todas las hojas de la declaración.

El programa en sí es lo mismo que las clásicas hojas para la Declaración que venden en los estancos. La diferencia es que en el ordenador lo tenemos en formato digital y muchos campos se rellenan solos como ocurre en una hoja de cálculo.

La navegación por el programa es torpe. Muchos campos no se activan haciendo clic con el ratón. Parece que está pensado para navegar con el teclado a golpe de TAB y ENTER.

La ventaja de usar el programa es que no permite introducir datos incorrectos que produzcan operaciones erróneas. La parte negativa es que en ocasiones, no deja rellenar un campo dejando vacío el de al lado.

De las hojas iniciales aparecen subventanas pidiendo datos que pueden ser difíciles de rellenar puesto que en estos submenús no aparece la leyenda identificativa de cada campo.

Otro tema fundamental es precisamente la ayuda, lo que en la Declaración en formato papel se llama guía. En este aspecto la versión informática no mejora a la tradicional, es más, seguramente sea más liosa.

Una vez terminada la Declaración se puede imprimir y enviarla por correo postal, guardarla en un archivo y enviarla a nuestro banco para que la presente por nosotros o presentarla directamente por Internet a través del programa “Padre”.

Para poder hacer esto último es necesario disponer de firma electrónica.

En general se puede decir que es un programa bastante pobre y a la vez el mejor y el peor para hacer la Declaración porque no hay otro.

Luis Ponce de León

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