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Trucos y Consejos

Los 10 errores más comunes al opinar en Softonic

Iván Ramírez

Iván Ramírez

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ErroresUnas veces ofrecen un sabio consejo, otras te advierten de males reales o ficticios que acechan detrás de cada descarga, te instan a que no pierdas el tiempo y pruebes una alternativa mejor o, por supuesto, también están las veces en las que hablan de algo que no tiene absolutamente nada que ver. Por supuesto, estamos hablando de las opiniones de los programas con las que nos brindáis vosotros, los usuarios.

El problema que tiene este método de aprovechar la experiencia de los usuarios es el mismo que tiene cualquier formulario puesto en Internet: a la hora de la verdad, la gente está ávida de escribir, no de leer. Total, que el pobre hombre que se molestó en escribir las normas ve como su obra cae en el olvido de la lírica del ciberespacio.

Como sabéis, en Softonic revisamos las opiniones para hacer cumplir la ley, cual sheriff en película del Oeste, y es esto lo que nos permite crear un Top Ten de los peores y más reiterados errores a la hora de escribir una opinión. Son los siguientes.

  1. “Debo opinar”. Según la configuración de tu cuenta en Softonic, es posible que, tras descargar un programa, al cabo de un tiempo te llegue un mensaje recordándote la posibilidad de que opines sobre dicho programa. Muchos usuarios lo interpretan como que “deben opinar” y es cuando aparecen las ya míticas opiniones del tipo “no lo he probado aún pero…”, “aún no lo instalé…” o “al final usé otro”. ¡Mal! Cierto es que nos interesa las opiniones de los usuarios, pero hasta cierto punto. Es decir, que aún no hayas instalado el programa es igual de relevante que si esa mañana has desayunado cereales o fruta…
  2. “Si puedo escribir, puedo pedir”. Hay otro tipo de opiniones en las que el opinante, normalmente sin mucha idea de informática o Internet, saca al mendigo que tiene dentro y pide lo que sea. Para ello a menudo se usa una plantilla del estilo “Hola, alguien me podría –insertar petición- Mi correo es –insertar correo-“. Queridos amigos, comprendemos que al ver un formulario – tan tentador, tan cerca – , sea difícil contenerse y pedirle la Luna, pero al resto de usuarios no les va a resultar de ninguna utilidad tu opinión si no se ciñe a lo que debe: hablar sobre el programa en cuestión. Si acostumbras a poner este tipo de opiniones, erraste en el tiro, deberías apuntar al Foro, donde te ayudarán mejor con tu consulta, si es que no está respondida ya.
  3. “¿SE ME OYE?”. El porcentaje de opiniones escritas íntegramente en mayúsculas es tan sobrecogedor que uno se pregunta si los nuevos teclados vendrán con el “Bloqueo de Mayúsculas” activado de fábrica. Sea como sea, siempre se puede volver a pulsar para desactivarlo 😉 Por favor, aunque pueda parecer extraño, el tamaño de la letra no va directamente relacionado con la razón de tu opinión y tampoco la hace más guay (al menos no mucho), no escribas EN MAYÚSCULAS.
  4. “Lo corto, si breve, dos veces escueto”. Una nueva raza de opiniones nos acecha desde las esquinas aunque, como homenaje, no nos vamos a extender en su explicación. La conforman las opiniones de dos o tres palabras que después son hábilmente rellenadas con algún carácter “No me gustó nadaaaaaaaaaaaaaaaa” es un claro ejemplo.
  5. “M nknt l prgrm l rcmnd a to2”. La escritura SMS no está mal. Me gusta, es útil. Pero tras darle muchas vueltas he llegado a la conclusión de que se llama escritura SMS porque es para usarla en SMS. ¿Brillante verdad? Todos, o casi todos, tenemos un teclado con algo más de 100 teclas y unos cuantos dedos en cada mano. Unamos sus funciones y creemos palabras y frases correctas, a nadie le gusta tener que descifrar mensajes, y menos aún si es completamente innecesario.
  6. “¿Habla mi idioma?”. Cierto es que las visitas a Softonic se nutren de un sinfín de distintos países y costumbres, con sus variaciones lingüísticas, claramente representadas en las opiniones, pero hay veces en las que se va demasiado lejos. Hacer una opinión para que nadie más que tú la entiendas es igual de inteligente que explicarle física cuántica a un cenicero.
    No exigimos redacciones perfectas e impolutas, con una prosa que deslumbre y un argumento que te tenga en vilo; nos conformamos con poder entender el mensaje. Una meta que, muchas veces, con molestarse un poquito en revisar antes de mandar tu opinión, sería muy fácil de alcanza.
  7. “Pirateo, luego existo”. Aunque es de sentido común y, por si acaso, está a su vez bien especificado en el formulario, de vez en cuando aparece el “enteraillo” contando lo feliz que es desde que consiguió dicho programa ilegalmente. También están los más osados, que incluyen enlaces o inducen a los demás usuarios a piratear los programas. Ni que decir tiene que estas opiniones duran muy poco, más o menos lo mismo que las cuentas de usuario desde las que se escribieron.
  8. “El malhablado”. Hay veces en las que un programa te puede sacar de quicio, quizá tuviste un mal día, o quizá te alteras con facilidad. En cualquier caso, ninguna excusa es válida para despotricar en la opinión, palabras malsonantes de por medio. Si el programa no te gusta, o si lo odias, siempre podrás explicar y razonar por qué. Los demás usuarios que lean tu opinión le prestarán mucha más atención si argumentas que si simplemente te desahogas. Golpea un saco de boxeo, grita por la ventana, o aprieta bolas anti-estrés, pero no utilices las opiniones como válvula de escape para tu ira.
  9. “Yo soy yo”. Otra falta muy repetida, aunque leve, es el poner tu propio nombre como título de la opinión que has escrito. Está muy bien eso de reafirmarse como uno mismo y demostrarle al mundo entero que tú eres tú pero, ciertamente, es una pena desperdiciar algo tan importante como el título con ello.
  10. “Ahora vas y lo cascas”. Este tipo de error es un error que, a mí personalmente, me da mucha pena. Muchas de las opiniones son buenas, otras muy buenas, y luego hay otras que son excelentes, pero hay un último tipo. Se trata de las opiniones que pudieron ser “muy buenas”, pero no lo son. ¿Por qué? El autor, tras currarse una opinión muy buena, la termina pifiando infringiendo alguna de las normas básicas (por ejemplo “bajáoslo de la mula tíos que está guay”), por lo que la opinión cae en el saco de las desechadas. Por favor, no hagáis esto, es sumamente triste.

Tras este pequeño repaso, no podemos olvidarnos de todas esas opiniones que sí consiguen pasar el control de calidad y pueblan Softonic con su sabiduría y experiencia. A todos los opinadores, habituales o casuales, GRACIAS POR OPINAR.

Iván Ramírez

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