La segunda beta abierta de Diablo IV ya está aquí. En apenas unas horas, Blizzard dará comienzo a esta nueva demostración para que los jugadores de todo el mundo puedan acceder al universo del juego. Ahora bien, la clave es saber con qué hacerlo.
En Softonic hoy vamos con una de esas guías que es muy útil, ya que contamos cuáles son las clases disponibles en Diablo IV, así como cuál es la mejor dependiendo de tu estilo de juego. Vamos con ello.
Bárbaro
Los bárbaros tienen una fuerza sin igual y llevan un arma para cada ocasión. Profieren gritos de guerra amenazantes para hacer temblar a las hordas que se aproximan.
La descripción que ofrece Blizzard no lleva a equivocación alguna, ¿verdad? Los bárbaros son perfectos para aquellos jugadores que busquen el cuerpo a cuerpo como elemento principal, esos que apuestan por un gameplay agresivo. Son puros tanques, de los que no sólo causan grandes daños, sino que también pueden absorber una gran cantidad de golpes sin morir. Es una clase perfecta para aquellos que, quizás, prefieren ir directos al grano y no medir tanto cada movimiento.
Druida
Los druidas son cambiaformas salvajes que se transforman para luchar junto a otras criaturas. Controlan el poder de la tierra, el viento y la tormenta, y desatan la cólera de la naturaleza con efectos devastadores.
Si el bárbaro es el puro ataque frontal, el druida es un término medio, es decir, la clase idónea para aquellos que quieren un buen ataque con un correcto ataque a distancia (aunque tampoco excelente, avisamos). El druida puede convertirse en un increíble oso, así como poder invocar criaturas que le ayudarán en el combate. Tiene cierto control con las habilidades elementales.
Nigromante
Los nigromantes son taimados invocadores que comandan hordas vengativas de muertos vivientes. Canalizan su esencia y se valen de los huesos, la sangre y las sombras para derrotar a sus enemigos.
La nigromante está especializada en invocar a criaturas. En otras palabras: si bien puede atacar cuerpo a cuerpo, su utilidad principal es la de llamar a otros personajes para que combatan por ella. Esto la convierte en una clase algo vulnerable, pero a cambio tiene mucho poder gracias a las invocaciones. Nos recuerda bastante a la hechicera -de la que hablaremos luego-, ya que es una clase donde el coste de oportunidad a favor es alto.
Pícara
Las pícaras son luchadoras ágiles especializadas en combate a larga o corta distancia. Son capaces de derrotar a cualquier enemigo con sus armas imbuidas y poderosos ataques de combo.
Movimientos rápidos, combate frenético y una buena combinación de cuerpo a cuerpo más ataques a distancia. La pícara es una clase perfecta para los jugadores que busquen un sistema de combate más veloz, es decir, donde cada golpe no quite tanto, sino que sea la sucesión de estos los que realizan el daño. Eso sí, suelen ir cortitos de vida, de ahí que haga falta saber manejarlos bien en batalla.
Hechicera
Las hechiceras controlan los elementos para garantizar la victoria. Gracias a su dominio de las fuerzas de la naturaleza, lanzan rayos, empalan a sus oponentes con púas de hielo y provocan lluvias de meteoritos llameantes para eliminar a cualquier enemigo.
El nombre de la clase ya lo dice todo. La hechicera es una clase malísima para el combate cuerpo a cuerpo, pero a distancia… es un cañón. A poco que la sitúes a unos metros de la acción, la hechicera puede sacar a relucir toda su magia. Esta clase se puede resumir fácil de una manera: tiene un alto riesgo a la hora de ser usada, ya que cuenta con poca vida y defensa, pero su daño gracias a los ataques elementales es increíble. Si quieres apostar por algo arriesgado, esto es perfecto.
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