Desde que finalizó la compra de Twitter el pasado mes de octubre, Elon Musk ha recibido públicamente una gran cantidad de críticas y cada paso que ha dado se ha mirado con lupa. Ahora, todo indica que Musk ha hecho un ejercicio de autocrítica. Al menos eso parece tras haber preguntado a los usuarios si debería abandonar de la dirección de Twitter.
Elon Musk tiene una concepción, que podríamos definir como “curiosa”, de lo que es la libertad de expresión. Durante el transcurso del Mundial, Twitter anunció una serie de nuevas restricciones: a partir de ese momento, los usuarios tendrían prohibido promocionar otras redes sociales como Instagram, Post News, Mastodon, etc. Esto causó un gran revuelo y la comunidad de Twitter se echó encima de Elon Musk una vez más.
Los usuarios empezaron a darse cuenta de que no podían publicar enlaces de Mastodon. A esta situación, se le añadió la suspensión de cuentas pertenecientes a periodistas que habían sido especialmente críticos con Musk. Si por último le sumamos la reciente imposición de no poder publicar links de otras redes sociales, tenemos todos los ingredientes para una explosión (Afortunadamente, esta última política ha sido eliminada).
Tras la polémica, el sudafricano se animó a publicar una encuesta en Twitter donde preguntaba si debería echarse a un lado y dejar la dirección de la red social. A día de hoy y tras 15 millones de votos, la opción ganadora parecer ser el “sí“.
Dan Ives, analista senior de Wedbush Securities, declaró a la BBC que el creía que los resultados de la encuesta podrían desembocar en “el final del reinado de Musk como jefe ejecutivo de Twitter”.
Desde la llegada de Musk a Twitter, no ha habido semana sin un nuevo escándalo. Los despidos multitudinarios, el fallido Twitter Blue, los Twitter Files…la lista es larga.
¿Y qué pasa con Tesla?
En consecuencia, los revuelos de Twitter podrían estar perjudicando a la gallina de huevos de oros de Musk: Tesla. La firma de coches eléctricos ha pasado de valer más de 1.000 millones a 474 millones de dólares en el transcurso de un año (una caída del 57,4%). Todo parece indicar que la compra de Twitter ha captado por completo la atención de Musk y ha dejado de enfocarse en Tesla. Aún así, la compañía no para de anunciar nuevas características para sus coches, como la reciente compatibilidad con videojuegos. ¿Podrá Elon Musk afrontar tantos frentes abiertos?
