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De Encarta a El Rincón del Vago: ChatGPT antes de ChatGPT

Copiar es un placer

De Encarta a El Rincón del Vago: ChatGPT antes de ChatGPT
Randy Meeks

Randy Meeks

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Quizá algunos, probablemente con canas en la barba, os acordéis de ‘El tiempo es oro’, un concurso que duró entre 1987 y 1992 y que basaba toda su dinámica en algo que ahora sabemos hacer con la rapidez de una gacela: buscar datos en una enciclopedia. En los años 90, rara era la casa que no tenía una buena colección a todo color con todos los datos del saber humano para que pudieran hacer los deberes sin necesidad de ir a la biblioteca.

Había algunas enciclopedias que incluso, como gran novedad, iban enviando fascículos que la actualizaban año tras año. Hacer un trabajo para clase era mucho más tortuoso, desde luego, que preguntar a ChatGPT, cambiar un par de palabras y enviarlo. Pero el camino entre el papel y la IA refleja a la perfección los cambios tecnológicos que hemos asumido en un cortísimo periodo de tiempo. ¿Echamos un vistazo?

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Encartado de conocerte

Durante años, las enciclopedias empezaron a dar el paso al formato digital ofreciendo un CD-ROM junto con los tomazos para las pocas familias que, antes de 1995, tenían un ordenador en casa. Era el mismo texto, pero computerizado y sin mayor novedad: lo que viene siendo no comprender las ventajas del medio al que estás intentando entrar. Y por eso Encarta (cuyo nombre original, por cierto, fue “Gandalf”) consiguió tanta popularidad de la noche a la mañana. Por eso y porque copiar-pegar era, francamente, facilísimo.

En 1993, Encarta salió a la venta por 395 dólares (una cifra que, por suerte, bajó después) y se convirtió en el mejor aliado de los estudiantes. La primera y sus consiguientes versiones a lo largo de los años, que mejoraban en vídeos, fotografías e incluso visitas 3D y mapas de todo pelaje, no paró de crecer hasta que en el año 2005 empezó la decadencia que terminaría con la falta de actualizaciones y el borrado en 2009. Si no perdiste horas mirando tonterías en la Encarta, ¿realmente tuviste la Encarta?

Para entonces, ya teníamos Wikipedia (2001, de hecho su primer artículo fue la biografía del filósofo William Alston) y El Rincón del Vago (1998), dos de las páginas más visitadas por los estudiantes de inicios de siglo. La primera es conocida por todos. La segunda ofrecía trabajos ya terminados para que todos pudieran rapiñarlos sin ningún tipo de problema. SI el profesor era poco avispado, la buena nota estaba asegurada. Si sabía lo que se hacía, tenías el lío montado. La web se creó en Salamanca y con el tiempo dejó de ser el trabajo amateur que era para convertirse en algo mucho más institucional una vez fueron comprados por Orange.

Donde antes estaba el punk y el cariño, ahora han quedado solo los restos: mucho más categorizado, mucho más bonito, mucho menos real. Es normal que después de unos años en los que los estudiantes han tenido que tirar de Wikipedia, tengan al fin la opción perfecta para copiar trabajos sin que nadie les pille: la IA puede ser muchas cosas, pero desde el punto de vista estudiantil solo es la llama que nació de las cenizas de la Encarta.

Y es que si Encarta tenía 50.000 artículos y Wikipedia unos 58 millones, la inteligencia artificial, se supone, puede dar tantas respuestas originales como quiera. Ahora solo nos queda saber cuál será el siguiente paso y, sobre todo, cómo burlarán los profesores la copia barata. Si es que está todo inventado.

Randy Meeks

Randy Meeks

Redactor especializado en cultura pop que te escribe en webs, revistas, libros, redes sociales, guiones, cuadernos y servilletas si no hay más sitios donde dar la chapa

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