Ahora que ya tenemos anunciado Counter-Strike 2, nada mejor que apuntar al pasado, a sus inicios, a esos cibercafés llenos de gente jugando a su primerísima versión entre humo de tabaco y mucho calor. Porque Counter-Strike sigue enamorando a los jugadores tanto tiempo después por mantener las bases jugables.
La historia de un first person shooter que ha encandilado a diferentes generaciones gracias a su propuesta. Lo que dio de sí un mod, ¿verdad?
Half-Life, la base de todo
Hay decenas de videojuegos famosos y conocidos que han llegado a ver la luz gracias a los mods y herramientas de creación. En otras palabras: no se desarrollan pensando en un fin comercial, sino como un añadido o cambio para otros títulos. Sin embargo, el éxito desmedido de estas variaciones terminan convirtiéndolos en productos de éxito y son comercializados.
En el caso concreto de Counter-Strike, todo nace a raíz de un mod de Quake II, que recibió el nombre de Action Quake II. La idea era sencilla y ya contaba con la premisa básica: armas, objetos y dos grupos enfrentados mientras jugaban en línea. Minh Le, artífice de esta idea, fue con todo para que se hiciera realidad, con Jess Cliffe, diseñador de niveles, como encargado de darle forma y ese nombre ya conocido por todos: Counter-Strike.

Sin embargo, esto no es más que el inicio, ya que el que conozca la historia sabrá que Counter-Strike no está desarrollado con un mod de Quake II, sino de Half-Life. En cuanto el equipo se dio cuenta del potencial de Half-Life con su herramienta de creación de mapas, personajes, armas, etc., no se lo pensaron mucho y dieron el salto.
El equipo comenzó a ganar buena fama en Internet gracias al lanzamiento de la primera beta en junio de 1999, algo que no pasó desapercibido para la gente de Valve. En la empresa observaron que el producto era (y es) bueno, que tenía potencial de llegar a ser mucho más a poco que se le diera presupuesto. Con ello, Valve hizo una oferta a Le y Cliffe y no se lo pensaron dos veces. Tras un tiempo, en noviembre de 2000 salía la primera versión que recibía el nombre de Half-Life: Counter-Strike.
En este sentido, Valve fue muy inteligente, ya que en lugar de cobrarlo como título independiente, lo que esta hizo fue lanzarlo de manera totalmente gratuita. Eso sí, requería una versión de Half-Life para poder ser jugado.

El éxito de los cibercafés
Si bien Counter-Strike triunfó en Internet y entre los poseedores de Half-Life, no debemos olvidar que en la entrada del nuevo milenio no todo el mundo tenía acceso a Internet como ahora. Debido a esto, Counter-Strike gozó de una fama desmedida en los cibercafés y salas de juego.
La idea era sencilla: un sitio repletos de PCs donde poder conectarse a Internet, jugar a videojuegos y todo por un módico precio. Además, y para colmo, Counter-Strike no exigía unas especificaciones muy altas, de ahí que los cibercafés se extendieran por todo el mundo más allá de para poderse conectarse a Internet: se usaban también para jugar a videojuegos.
Counter-Strike empezó a funcionar entre esos usuarios, hasta tal punto que se fueron creando clanes, campeonatos y todo un ecosistema en torno al juego. Fue tal la eclosión que tuvo Counter-Strike que sólo un año después de lanzarse (en 2001), Valve ya contaba con más de 9.000 servidores habilitados para jugar. Si se piensa que un par de años antes no era más que un mod, esto asombra a cualquiera.
A partir de aquí, Valve sólo tuvo que hacer una cosa: seguir construyendo sobre la base creada, todo hasta llegar a este Counter-Strike 2 que tendremos entre nosotros este verano. Y como detalle, este dato espectacular: Counter-Strike: Global Offensive consiguió 1.320.219 jugadores durante el pasado mes de febrero, récord absoluto para el juego y tercero de la historia de Steam. Auténtico vértigo.
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