Has hecho una fotografía espectacular. Una instantánea que consideras que debería estar en la portada de alguna importante revista. La compartes por las redes sociales y a las pocas horas te ves la misma circulando sin tu permiso. Catástrofe. Y decepción. ¿Lo peor? Nos ha pasado a todos los que estamos acostumbrados al mundo de la fotografía alguna vez (y hablamos de experiencia, te lo aseguramos).
Internet es un lugar atroz para los derechos de autor de los fotógrafos, ya que las imágenes circulan libremente sin saber quién es su autor. No obstante, existen pequeños “trucos” para asegurarlas. Hoy te vamos a enseñar a cómo proteger tus fotos contra el uso de otros sitios.
Marcas de agua
Quizás la más clásica de todas. Poner una marca de agua es una solución más que correcta para evitar todos estos problemas. Sí, cierto es que “destroza” la imagen, pero no tiene el porqué ser una marca gigantesca: simplemente vale con situarla en alguna zona inferior o incluso escondida.
En caso de que no te importe tanto el resultado final, muchos portales apuestan por introducir la marca en grande y centrada. Una transparencia correcta y ya estará todo hecho.
Una buena opción para poner una marca de agua es usar un programa de edición de imágenes, como Photoshop.
Reducir la calidad
Este es uno de los métodos más utilizados en caso de prescindir de la famosa marca de agua: rebajar la calidad de la imagen para que no se vea en todo su esplendor. El objetivo es tan sencillo y simple como que el usuario en cuestión que quiera “copiar” la fotografía no la obtenga en gran calidad.
Con este movimiento conseguimos que la foto en buena resolución siempre quede en nuestro disco duro, mientras que la que circula por redes sociales tendrá una peor calidad.
Una cuenta con candado
En muchas ocasiones, poner un candado a nuestra cuenta en redes sociales es un método viable para que nuestro contenido no se reproduzca. El problema más grande que tiene es que si alguien de los que nos sigue quiere sacar la fotografía en cuestión, sólo le costará unos segundos el compartirla al mundo.
Aquí la virtud está más en acertar a quién queremos de compañía en nuestros perfiles sociales, es decir, que nuestros followers sean “legales” y no del montón.
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¡Gratis!No compartas
Para muchos, esta es la opción más simple y válida: si no quieres que te roben las imágenes, no las compartas. Nosotros no estamos de acuerdo con esta postura, ya que no se trata de poner vallas al campo, sino de que la gente sea responsable y tenga conciencia de que detrás de cada instantánea hay un trabajo y esfuerzo. Que no se puede coger una foto libremente como si fuera de su propiedad y sin pedir permiso previo.
A pesar de que la situación parece bastante negativa, no debes olvidar un principio básico: haz del hándicap tu virtud. En otras palabras: si la gente se está apropiando de tus imágenes significa que eres bueno, así que dale vida a tus perfiles sociales, úsalo y pon a cada fotografía una marca de agua pequeña para que se sepa de dónde proviene la misma.