En la era de las fake news, el mundo está lleno de bulos y leyendas urbanas que nos hacen desconfiar de personas, marcas o historias de nuestro día a día. Desde las sectas satánicas que supuestamente nos gobiernan hasta los efectos secundarios de las vacunas del COVID, no dejan de surgir más y más noticias falsas que muchos se tragan sin pensar demasiado en ello.
Pero hay una leyenda urbana que lleva circulando desde hace años y años y que, en realidad, cuenta con una base real muy interesante. Estoy hablando de la leyenda que dice que la Coca-Cola lleva cocaína en su fórmula. Y bien, eso hoy día no es así; pero en su concepción era tan cierta como que el agua moja. En Twitter, el usuario @TrungTPhan lo ha explicado todo, y su historia es bastante sorprendente.
La fórmula de la Coca-Cola que llevaba cocaína
En 1885, el químico John Stith Pemberton creó la fórmula original de Coca-Cola en su farmacia de Atlanta, Georgia. La bebida fue inicialmente comercializada como un tónico que aliviaba dolores de cabeza, fatiga y otros males. Una de las principales sustancias activas en la bebida era la hoja de coca, que Pemberton importaba de Perú. La hoja de coca era rica en alcaloides, elementos entre los que se incluía la polémica cocaína.
Como mucha gente sabe, la cocaína se extrae y procesa químicamente de las hojas de coca. La planta tiene efectos estimulantes leves y ha sido utilizada por los pueblos indígenas de América del Sur durante miles de años. Se suele utilizar masticando la hoja o remojándola en el té, y a sabiendas de ello, Pemberton creyó que era interesante utilizarla para su producto estrella.
De hecho, durante el siglo XIX muchos europeos consumían cocaína con fines recreativos. No como los cocainómanos de hoy en día, sino a través de extractos como la bebida Vin Mariani, que surge de la combinación entre cocaína y vino tinto.
Después de la Guerra Civil de Estados Unidos (1861 – 1865), los farmacéuticos en EEUU comenzaron a producir medicamentos para estimular y aliviar dolores de cabeza y dolores corporales. Y no es que solo contuvieran cocaína, sino que también llevaban drogas como opio, morfina o incluso heroína.
De este modo, el producto de Pemberton era solo uno más de todos estos productos pseudofarmacéuticos de la época. En realidad, lo que hizo Pemberton fue tomar prestada la fórmula Vin Mariani de Europa, añadiendo nueces de cola, que tienen cafeína.
En los primeros años, la bebida era producida en pequeñas cantidades y no tenía una gran demanda. Sin embargo, al cabo del tiempo, la popularidad de la Coca-Cola se disparó y la demanda creció exponencialmente. A finales de la década de 1890, la empresa estaba produciendo millones de botellas al año.
Sin embargo, Georgia restringió el alcohol en la década de 1880, lo que obligó a Pemberton a cambiar su fórmula, ya que llevaba vino tinto. Fue con su nueva fórmula, que incrementaba la dosis de cocaína (aunque tampoco era muy alta), cuando comenzó a impactar en todo el mundo.
Sin embargo, los críticos culparon a la bebida de la adicción a la cocaína que comenzó a surgir, y despertaron temores racistas de que estaba conduciendo a la delincuencia negra. Para lidiar con las malas relaciones públicas, Candler sacó la cocaína de la fórmula a finales de 1902.
Más tarde, en 1929, la compañía comenzó a utilizar hojas de coca decocainizadas para producir su fórmula, eliminando así cualquier rastro de cocaína en la bebida. La empresa todavía utiliza hojas de coca para producir su extracto, pero ahora importa las hojas de Perú y las procesa en una instalación en Nueva Jersey.
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