Hoy en día la tecnología ha llegado a cotas tan altas que pocas veces nos ponemos a pensar en los creadores que están detrás de todo ello. De hecho, con la revolución de la Inteligencia Artificial que estamos viviendo en la actualidad, pronto puede que dejamos de tener a humanos a bordo de estos avances.
Sin embargo, todavía tenemos a muchos genios y figuras que podemos ensalzar como las personas que hacen posible el software y el hardware que utilizamos a diario. Y una de estas personas es alguien con un trabajo que muy pocos relacionaríamos con la tecnología: una monja.
¿Quién fue Mary Kenneth Keller?
Fallecida en 1985, Mary Kenneth Keller fue una monja católica, pionera en informática y que llegó a ser la primera mujer en doctorarse en Computación en Estados Unidos. Nacida en Cleveland (Ohio) el 17 de diciembre de 1913, provenía de una familia muy católica proveniente de Irlanda, de forma que fue criada para servir a la religión y con tan solo 19 años se congregó en las Hermanas de la Caridad de la Santísima Virgen María, en Dubuque (Iowa).
Durante ocho años, sor Keller estuvo como novicia, y después realizó sus votos. Pero no contenta con servir a Dios, tenía intereses que poco o nada tenían que con ser monja, y decidió estudiar Matemáticas en la universidad. Obtuvo su licenciatura en 1943, y dos años después una maestría en Matemáticas y Física.
Dentro de estas doctrinas, lo que más le interesaba era la Computación, y fue trabajando en ella hasta que comenzó un doctorado en la Universidad de Wisconsin-Madison en 1964. En esta época trabajó con un lenguaje de programación muy nuevo, llamado FORTRAN, pero un año después creó BASIC conjuntamente con un equipo de programadores.
BASIC es el lenguaje informático pionero en facilitar la programación en ordenadores a estudiantes. Este lenguaje fue uno de los principales a la hora de desarrollar toda la computación posterior, e incluso las primeras aplicaciones de Inteligencia Artificial que acabarían derivando en ChatGTP, Bard y todo lo que conocemos hoy en día.
Mary Kenneth Keller consiguió sacarse su doctorado con 52 años, con una tesis titulada «Inductive Inference on Computer Generated Patterns». Es algo que compaginó junto a un trabajo espectacular en el entorno educativo, donde también fue una revolucionaria.
Sor Keller también fundó y presidió el departamento de informática del Clarke College, ahora llamado Clarke University, en Dubque (Iowa, EEUU). Su visión de la informática era progresista y defendía que todo el mundo debería tener acceso a ella, ya que sabía que representaría nuestro futuro y que viviríamos en un mundo cada vez más globalizado.
Es por ello que trabajó tan intensamente en BASIC, ya que es un lenguaje de programación caracterizado, precisamente, para que todo el mundo pueda aprenderlo. Este trabajo lo realizó en la Universidad de Dartmouth, donde consiguió ingresar en 1958, cuando levantaron la norma de permitir solo a hombres (estuvieron durante 188 años así) para aceptarla a ella como integrante.
Keller trabajó conjuntamente con John Geoger Kemeny y Thomas Eugene Kurtz en el departamento de informática, y fue allí donde comenzaron a trabajar en BASIC. La monja no creía que la informática tuviera que ser algo tan sectario y quería, como ella misma, que personas de su mismo perfil o de clase baja pudieran tener acceso.
Por ello, comenzaron a trabajar en este lenguaje de programación, que finalmente vio la luz en 1964 y comenzó a utilizarse en todo tipo de sistemas. Incluso en la actualidad se sigue empleando, por lo que que el trabajo de Mary Kenneth Keller es, sin duda, de tener en cuenta.
El problema, aun así y como ocurre con estas cosas, es que sor Keller suele ser dejada de lado cuando citan a los creadores del programa, mencionando tan solo a Kemeny y Kurtz. Sea como sea, el tiempo ha dado la razón a la monja y poco a poco se comienza a ensalzar una figura que hizo historia en el mundo de la informática.
