La fiebre por los despidos no cesa. Parece que cada día que pasa, una nueva gran empresa decide prescindir de gran parte de su plantilla. Ahora, le toca el turno a Amazon. Tras los rumores de los últimos días, la compañía propiedad de Jeff Bezos ha decidido despedir hasta a 10.000 empleados.
Tristemente, Amazon se enfrentaría a la mayor reducción de plantilla de toda su historia. Este movimiento afectaría sobre todo a la división dedicada a la fabricación de dispositivos y al desarrollo de Alexa, el famoso asistente de voz.
Una muerte anunciada
Los rumores de despidos se dispararon cuando Dave Limp, vicepresidente senior de Dispositivos y Servicios, escribió una carta dirigida a su propia sección. En dicha misiva, se hablaba de una “consolidación” de los equipos dentro de la división de Dispositivos y Servicios.
“Tras una serie de profundas revisiones, hemos decidido consolidar algunos equipos y programas. Una de las consecuencias de estas decisiones es que algunos roles no serán necesarios”. Dave continua y explica que le “duele dar esta noticia, ya que sabemos que perderemos a talentosos ‘Amazonians’ dentro de la división de Dispositivos y Servicios como resultado”.
Finalmente, los temores de muchos empleados se han hecho realidad. Kelly Nantel, portavoz de Amazon, ha declarado a TechCrunch que “como parte de nuestro proceso anual de revisión de la planificación operativa, siempre analizamos cada uno de nuestros negocios y lo que creemos que debe cambiar. A medida que avanzamos en este proceso y dado el actual entorno macroeconómico (así como varios años de rápidas contrataciones) algunos equipos están haciendo ajustes, lo que en cierto casos significa que algunas funciones no serán necesarias. No tomamos estas decisiones a la ligera, y estamos trabajando para apoyar a los empleadon que puedan verse afectados por ello”.
Tras esto, parece que Amazon ha dado dos meses a los empleados para encontrar un nuevo puesto dentro de la empresa. Si no, tendrían que aceptar la indemnización que les correspondería.
Despidos masivos en el sector tecnológico, ¿qué está sucediendo?
En las últimas semanas, se han concentrado numerosas noticias de despidos relacionadas con empresas como Meta, Twitter, Google o Amazon, en este caso. La sombra de la crisis económica es alargada y nadie se ha escapado de su yugo.
Como bien sabemos, la pandemia ocasionó que gran parte de la población mundial estuviera encerrada en sus casas. Esto hizo sacudir el tejido económico como no habíamos visto en mucho tiempo: las empresas que estaban en situación de peligro vivieron su sentencia de muerte. Otras, sin embargo, crecieron como la espuma. Este ha sido el caso de plataformas como Netflix o TikTok, por ejemplo.
Si bien las dos eran inmensamente populares en tiempos pre-Covid, la pandemia ocasionó que ambas repuntaran como nunca en su historia. Y no fueron las únicas beneficiadas.
En general, el sector del entretenimiento digital se volvió una pieza clave para que la población no se volviera tarumba en sus casas. La industria de los videojuegos, sin ir más lejos, vió su facturación crecer un 18% más sólo en España. Según Alberto González Lorca, presidente de AEVI, “el videojuego ha sido el mejor aliado en tiempos de pandemia”. Lo mismo sucedió con las redes sociales y las plataformas de streaming. Si nos centramos en Netflix, esta vió como su cifra de abonados creció en 15,77 millones durante el primer trimestre fiscal de 2020. Pero como todo lo que sube, después tiene que bajar.
Desde enero hasta hoy, el Nasdaq (la bolsa de valores electrónica más grande de Estados Unidos) ha bajado un 28%. Los inversores huyen despavoridos y muchos ven en el sector una creciente burbuja a punto de explotar. Como consecuencia, la gran mayoría de empresas tecnológicas han empezado a sacar la tijera a pasear.
Por si fuera poco, la inflación económica ha hecho que la vida sea aún más cara si cabe y los problemas para llegar a fin de mes se hacen más evidentes. Tampoco podemos olvidar la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la crisis energética, que afecta de forma directa tanto al trabajo como al hogar. En lo que a nosotros nos respecta, tocará apretarse el cinturón por ahora.
