El futuro es verde. Tomar medidas e implantar políticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente ya no es una opción. A través de acciones como el uso de fuentes de energía renovables, la reducción del consumo de energía, el reciclaje y la conservación de los recursos naturales, cualquiera puede iniciar su propia iniciativa ecológica. El objetivo es minimizar el impacto negativo de las actividades humanas en el medio ambiente y promover una vida sostenible. Ahora, gracias a las baterías recicladas, estamos más cerca de ese sueño.
El reciclaje de baterías viejas puede ayudar a los vehículos eléctricos al proporcionar una fuente de litio y otros materiales para la producción de baterías nuevas. Reciclar baterías usadas también ayuda a reducir el impacto ambiental de la extracción de nuevos materiales, y puede reducir considerablemente el coste de producir baterías nuevas. Además, el reciclaje de baterías usadas puede ayudar a garantizar un suministro constante de materiales para el creciente mercado de vehículos eléctricos, que se espera que continúe expandiéndose en los próximos años.

Empresas como Redwood Materials son parte de un número creciente de empresas de reciclaje que buscan encontrar una alternativa a las baterías de iones de litio que se utilizan en los vehículos eléctricos. De hecho, la mayoría de los materiales de las baterías que se desechan son materias primas valiosas para satisfacer la gran demanda de vehículos eléctricos. A través de sus instalaciones, se espera que en 2025 Redwood produzca materiales para 1 millón de baterías de iones de litio usadas en vehículos eléctricos, con el objetivo de llegar 5 millones de baterías en 2030.
Otra empresa canadiense, Li-cycle, ya cuenta con cuatro instalaciones comerciales que reciclan alrededor de 30.000 toneladas de baterías al año. Estas instalaciones de reciclaje han demostrado ser un gran incentivo para la industria de vehículos eléctricos.

El proceso que utilizan estos centros de reciclaje se conoce como hidrometalurgia. Los materiales de las baterías se disuelven y se separan utilizando diferentes tipos de ácidos y disolventes. De ahí se obtienen materiales como el grafito, el cobre, el níquel y el cobalto. Recientemente, el proceso de hidrometalurgia también ha permitido la recuperación de litio a altas tasas.
Teniendo en cuenta el crecimiento de la industria de los vehículos eléctricos, es posible que se necesiten más de 200 fábricas nuevas para 2035, con el fin de proporcionar más materias primas para las baterías de los vehículos eléctricos. Por lo tanto, reciclar materiales podría ser muy útil para reducir la cantidad de materiales necesarios para crear baterías.
El reciclaje de baterías proyecta la forma forma más rápida de crear baterías para vehículos eléctricos. La pregunta es, ¿qué pasará con la industria de las baterías de vehículos eléctricos cuando el material reciclable tenga una gran demanda y una escasa oferta?