Ratchet and Clank All 4 One, la nueva aventura para PS3, tiene un objetivo doble: conseguir atraer al público familiar a una serie demasiada enfocada al sector hardcore y definir que una experiencia genuinamente cooperativa no consiste en pedir a los jugadores que pulsen un botón al mismo tiempo para abrir la dichosa puerta. Ahora bien, al igual que las partidas de All 4 One fracasarán si los usuarios no trabajan en equipo, la misión arriesgada de Insomniac no llegará a buen puerto si sus camaradas más importantes –los fieles seguidores- rechazan los cambios radicales de esta entrega.
Y es que el décimo Ratchet and Clank, el primer juego del estudio de Insomniac en Carolina del Norte, es la primera entrega de la serie esencialmente cooperativa, con la consecuente dificultad permisiva que ello comporta. La excusa narrativa viene de la mano del Dr. Nefarious, cuyo último plan para eliminar de una vez por todas a Ratchet y Clank acaba con un giro de tuerca irónico: los tres protagonistas, junto al cobarde Capitán Qwark, deberán unir sus fuerzas para vencer a un enemigo común al más puro estilo crossover de súper-héroes.
En lugar de dividir la pantalla (en caso de cooperativo offline) o que cada jugador tenga su propio punto de vista del nivel en caso de partida online, el título optará por una única cámara general con movimiento automático. De esta forma, todos tendrán una visión amplia de la acción y nadie se perderá los momentos en los que la cámara hará las veces de director y enfocará los elementos clave de la situación. Los recién llegados a la serie agradecerán este planteamiento desenfadado y festivo que trata a los participantes por igual. Pero si eres un acérrimo de Ratchet and Clank quizás a estas alturas temas encontrarte ante una versión alternativa de PlayStation Move Heroes.
No obstante, la esencia de la serie sigue intacta: los niveles son una combinación explosiva de plataformas, lucha, disparos y puzles. Parece que los de California del Norte también tienen un amor obsesivo por las armas lunáticas, ya que este juego cuenta con un arsenal de lo más salvaje, desde el clásico lanzamisiles poderoso (el Warmonger) hasta un creador de tormentas que perseguirán a tus enemigos (el Thundersmack). Todas las armas son acumulativas, y se desbloquean o mejoran consiguiendo puntos al ayudar al personal… o tras traicionarlo.
Siguiendo la estela de los juegos cooperativos de Nintendo (New Super Mario Bros. Wii o los Zelda Four Swords), Insomniac ha querido aprovechar la extraña alianza que se ha formado en All 4 One para crear una simbiosis contradictoria entre trabajo en equipo y puro egoísmo. Por ejemplo, las funciones de las armas han sido preparadas para interactuar entre sí: un jugador lanza un arpón que atrapa al enemigo y su amigo se encarga de rematarlo, o si disparáis a un objetivo con el mismo tipo de arma, el daño se incrementará. Pero al morir los rufianes aparecerán puntos, que se canjean por armamento o sirven para decidir el ranking de final de nivel. Alcanzar el éxito o hundirse en el escarnio público provocará que aparezca una nueva “arma” en la serie: el puñal trapero.
Podrás aguarle la fiesta al personal mostrando una mayor pericia en el combate o una agilidad superior a la del resto para recoger los puntos extra, pero Insomniac ha preparado una forma legal de hacer trampa. Aunque la función principal del gancho Vac-U-4000 es garantizar que los jugadores que estén a punto de caerse al vacío puedan agarrarse a otros usuarios para evitar morir, esta herramienta también sirve para lanzar camaradas a lugares distantes bien para que liquiden a enemigos lejanos, bien para que no pueda rapiñar los despojos de la batalla.
A parte de las mecánicas de cooperación básicas, Insomniac está exprimiendo las situaciones de todos los niveles para propiciar momentos de trabajo en equipo únicos e intuitivos. En la fase de la beta, los cuatro héroes deben conducir un coche aéreo para evitar los ataques de un monstruo que está invadiendo la ciudad futurista y al final de la misión todos deberéis dispararle con torretas mientras os protegéis mutuamente de los proyectiles. Al introducir a los jugadores en una mecánica de peligros constantes y coherentes, All 4 One logra que empaticen con el resto de compañeros porque acaban dependiendo instintivamente los unos de los otros en lugar de detenerse y esperar a las órdenes de turno por parte del juego.
A cambio de este caos a ocho manos, la dificultad se ha reducido considerablemente (morir sólo conlleva una mínima penalización de puntos), los saltos milimétricos de antaño han dado paso a secciones de plataformas más flexibles y se ha perdido el factor estratégico de las armas, porque ya tendrás suficiente con averiguar qué diantres está ocurriendo en la pantalla. Ratchet and Clank All 4 One propone así un intercambio peligroso: “yo te aglutino el ritmo desenfrenado de la serie en un solo juego, y como precio a pagar deberás disfrutarlo con amigos que seguramente confundirán a Clank con una versión cutre de Wall-E, así que vamos a dejarnos de desafíos extremos”. ¿Trato hecho?
Si la comunidad de seguidores no acepta el intercambio, All 4 One podría quedarse en peligrosa tierra de nadie, ya que el público general necesitará guías que le introduzcan en el universo. Mas si Insomniac consigue una aventura light pero ininterrumpidamente emocionante, puede que en el 21 de octubre te encuentres ante una propuesta innovadora donde la cooperación es fruto de la espontaneidad, y no de la obligación.
