Monaco es uno de los juegos indie del 2013 a los que hay que seguir la pista. Esta producción lleva en desarrollo casi dos años y está a punto de salir en PC/Mac y Xbox Live Arcade. Se trata de un juego de sigilo e infiltración, donde el objetivo es robar un ítem de un edificio que cambia según el nivel. Es un juego de robos, policías y ladrones, donde la estrategia y la sangre fría es lo más importante para lograr el éxito. También es un juego multijugador cooperativo para 4 jugadores, y tiene un diseño gráfico extraño al principio pero muy personal y carismático al final. Con tantas cosas interesantes ¿cómo vas a dejarlo pasar?
Monaco es un juego de robos (semi) planificados. Tú eres uno de los 8 ladrones seleccionables, cada uno con su habilidad especial única: tienes por ejemplo un experto en cerraduras, un experto en armas, una femme-fatale, un hacker… cada cual puede hacer algo especial y el asalto a cada banco será totalmente diferente según a quién elijas. Como este juego está pensado para el cooperativo es obvio que si escogéis un buen equipo la partida puede ser más accesible (o puede que no).
Pero vamos a lo que vamos: cada nivel tiene varios pisos y, generalmente, empiezas abajo del todo. Debes abrirte camino hasta llegar a la zona superior, que es donde se encuentra el ítem principal a robar. A veces tendrás un único objetivo, escondido a saber dónde, quizá en una caja de seguridad gigantesca. Otras veces tendrás varias cosas que robar según vaya progresando la historia (por ejemplo hay un nivel que debes hacerte con unas pruebas incriminatorias). Finalmente debes volver a la salida y huir.
Para hacerte camino deberás usar no solo tus habilidades, sino también el sigilo, tienes que hackear ordenadores y puertas electrónicas, abrir pasos subterráneos, utilizar el despiste… Puedes llevar un objeto en las manos, bien sea un arma o algún ítem útil (como llaves). Y eso sí, con las armas la munición está limitadísima así que deberás emplearla bien.
De obstáculos hay un montón. Desde los típicos guardias de seguridad que poco (o nada) pueden hacer contra tus habilidades, hasta policías y perros que presentan amenazas más serias. Trampas hay a montones: láseres, cámaras de seguridad, habitaciones que se cierran, gas venenoso… de todo. Además no hay energía y un único disparo te mata.
Así escrito todo, Monaco parece un juego más del montón. Y podría serlo, si no fuera por dos detalles: El primero es que sólo puedes ver lo que está justo en tu línea de visión. Paredes, puertas o columnas te impiden ver qué hay detrás (como la vida real) y para los enemigos funciona exactamente igual, así que en ocasiones te hará sentir como si jugaras al “juego del escondite” El otro punto fuerte es el diseño gráfico que, a su vez, sirve para potenciar el sistema de visión descrito antes.
Los niveles sobre los que juegas son como un mapa, es lo más parecido a un plano de arquitectura en blanco y negro. Solo tu personaje y “lo que él ve” se muestran a todo color en la pantalla. El estilo es muy peculiar, una mezcla entre juego de estrategia y juego de mesa, con muchas señales escritas sobre este “mapa” y objetos representados por iconos. El punto de vista es totalmente cenital, hasta el punto que los personajes y objetos se pueden ver raros al principio. No, no es fácil cogerle el estilo, y así lo reconocen sus desarrolladores que afirman que puede pasar hasta una hora de juego hasta que “empiezas a ver el juego de verdad”. Pero, una vez lo consigues, entonces es cuando empiezas a disfrutar.
Monaco es un juego interesantísimo. Es el concepto de sigilo y la infiltración deconstruído para ser rehecho de nuevo de manera más directa y visual. Pero también Monaco es un juego de cooperación por un bien común, de sincronizar esfuerzos para no echar por tierra el plan. Es un juego de planificar y también de improvisar, de atacar directamente y de esconderse en las sombras. Es un juego de robos y de ladrones. Uno de los mejores que hemos visto hasta la fecha. ¡A ver cuándo sale!
