Si estás en una casa donde el internet no va todo lo rápido que querrías y no tienes presupuesto para cambiar de compañía o comprar un nuevo router WiFi, sigue nuestros consejos: son gratis.
Mejorar la velocidad de internet es difícil si no sabes por donde empezar, de ahí que nuestros consejos vayan desde lo más obvio a lo más complicado. Así puedes ir probando uno a uno hasta encontrar la solución.
Sin más dilación, empezamos con la lista definitiva de mejoras por la friolera de cero euros gastados en el proceso.
Cómo mejorar la velocidad de internet de tu casa sin gastar dinero
Apaga y enciende todo
En primer lugar, apaga y enciende todo para ver si mejora tu velocidad WiFi. Desenchufa el módem, espera 30 segundos y vuelve a enchufarlo. Este proceso permite al módem eliminar cualquier fallo.
El módem traduce las señales de Internet entre tu red doméstica y tu proveedor de Internet. Si tu conexión a Internet no funciona correctamente, un ciclo de alimentación es una buena forma de empezar a solucionar el problema, ya que a menudo soluciona los problemas de conexión.
A continuación, repite el proceso si tienes un router inalámbrico independiente. Al igual que con el módem, un ciclo de energía limpia la memoria del router y le da un nuevo comienzo en las tareas que estaban empantanando antes.
Por último, apaga el WiFi de todos tus dispositivos inalámbricos. Espera unos segundos y vuelve a activar el WiFi. Deja que estos dispositivos se vuelvan a conectar y comprueba si la conexión mejora.
Un ciclo de encendido puede parecer lo fácil, pero apagar y volver a encender tu equipo de red doméstico puede realmente darle el empujón a tu red. Recomendamos reiniciar el equipo con regularidad, al menos una vez al mes.
Mueve el router a una ubicación mejor
Las señales WiFi sólo pueden viajar hasta cierto punto y pueden verse interrumpidas o bloqueadas por paredes, suelos, techos, muebles, electrodomésticos y, básicamente, cualquier objeto físico grande.
Estas señales WiFi también pueden verse interrumpidas por las ondas de radio de otros dispositivos, como teléfonos inalámbricos, monitores de bebés, microondas y altavoces Bluetooth.
Así que si colocas tu router inalámbrico en un extremo del espacio de tu casa, puedes tener problemas con el WiFi en el otro extremo. El mejor lugar para tu router es en un lugar céntrico y elevado, cerca de donde utilices Internet con más frecuencia.
No relegues el router a un sótano o a un armario, ya que te estarás exponiendo a problemas de conectividad y no tiene sentido. Nada como ponerlo en el centro de la casa.
Cambia la banda de frecuencia WiFi
Los routers inalámbricos modernos funcionan principalmente en dos bandas de radiofrecuencia: 2,4 GHz y 5 GHz. La banda que utilices para tus conexiones puede afectar a tus velocidades inalámbricas y a la intensidad de la señal Wi-Fi a diferentes distancias de tu router.
Cualquiera que sea la banda de frecuencia WiFi en la que te encuentres puede estar experimentando alguna interferencia temporal, así que prueba a cambiar a la otra banda.
Aparecerá como una red WiFi diferente en tu dispositivo, normalmente con una etiqueta en el nombre de la red que la identifica como de 2,4 Ghz o de 5 Ghz.
La banda de 2,4 GHz es la conexión WiFi más utilizada. Se utiliza para muchas otras comunicaciones inalámbricas además de WiFi, por lo que las ondas de esta frecuencia pueden estar un poco saturadas.
Esta banda intercambia velocidad por alcance (es decir, atraviesa mejor las paredes y otros objetos), mientras que la de 5 GHz tiene mejor velocidad pero menor alcance.
Ajusta las antenas de tu router
Muchos routers y puertas de enlace inalámbricas tienen antenas internas, es decir, están montadas dentro del dispositivo y no se pueden ajustar. Si ése es tu caso, sáltate este paso.
Pero si tienes antenas ajustables en el router, intenta reconfigurarlas. Las antenas de los routers suelen ser omnidireccionales, lo que significa que envían señales en todas las direcciones perpendiculares a la antena. Por ejemplo, una antena vertical envía señales WiFi en horizontal y viceversa.
Por lo tanto, si necesitas extender sus señales WiFi a varios pisos, ajustar una antena para que se sitúe horizontalmente y propague las señales WiFi hacia arriba y hacia abajo podría ser de ayuda. Y si necesitas cubrir más superficie, coloca la antena en vertical.
Muchos routers y puertas de enlace inalámbricas tienen antenas internas, es decir, están montadas dentro del dispositivo y no se pueden ajustar. Si ése es tu caso, sáltate este paso.
Elimina las conexiones innecesarias
Si te estás quedando sin ancho de banda, deberías desconectar todos los dispositivos que no utilices. Todo lo que esté conectado a tu red debe ser esencial.
La forma más rápida de desconectar los dispositivos no esenciales es cambiar las contraseñas WiFi y reiniciar el router. A continuación, tendrás que volver a conectarte a tu red con la nueva contraseña en todos los dispositivos que utilices actualmente.
Este método purgará todas las conexiones innecesarias, como el móvil de emergencia que mantienes encendido y que sigue descargando actualizaciones silenciosamente.
Y con todos estos pasos seguro que tu internet ha mejorado y ya puedes ver series en Full HD en el televisor y jugar tus partidas de Call of Duty y League of Legends sin cortes en la señal.
Por cierto, no hay nada como conectarse a internet vía cable, prueba ese RJ45 que tienes en el cajón muerto de risa, no te arrepentirás.
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