Los artistas se ponen en pie de guerra: Stability AI, Midjourney y DeviantArt han sido objeto de una demanda colectiva presentada en California por un grupo de artistas en nombre de la comunidad artística. Las imágenes generadas por inteligencia artificial han creado una gran controversia dentro del sector creativo y no es para menos.
En varios artículos hemos explicado cómo funcionan estas IAs, pero aquí viene un resumen: los modelos generativos se nutren de grandes bases de datos, lo que en este caso se traduce en imágenes. Muchos artistas han visto como su obra ha sido usada para “entrenar” a estos modelos, sin consentimiento y sin ningún tipo de crédito o compensación. En respuesta, la comunidad artística se ha opuesto tajantemente en contra de las IAs y lo han mostrado en numerosas ocasiones, como en la protesta masiva que se realizó contra ArtStation.
En este caso, la demanda ha sido presentada por tres artistas de California: Sarah Andersen (de Sarah’s Scribbles), Kelly McKernan y Karla Ortiz, todos grandes referentes dentro del sector. La denuncia se ha realizado en nombre de todos los artistas afectados y “solicitan una indemnización por los daños causados por Stability AI, DeviantArt y Midjourney”. Además, también requieren “medidas cautelares para evitar futuros daños“.
Tal y como escribe el abogado Matthew Butterick en un post, las tres empresas se encuentran en el punto de mira de “escritores, artistas, programadores y otros creadores”. Stability AI (desarrolladores de Stable Diffusion) y Midjourney son dos de las empresas más populares dentro del campo de las IA. Por otro lado, DeviantArt es una plataforma con numerosos años a sus espaldas y que se encuentra apoyada por una gran comunidad de artistas. Sin embargo, durante estos últimos meses ha sido objeto de polémicas por culpa de DreamUp.
DreamUp es una herramienta que utiliza los dibujos subidos a DeviantArt para entrenarse a ella misma y generar imágenes al estilo de Stable Diffusion o DALL-E.
Como bien podrás intuir, esto no sentó muy bien a la comunidad de usuarios. Al poco de presentarse esta herramienta, los artistas recurrieron a las redes sociales para quejarse y denunciar públicamente la situación. Afortunadamente, DeviantArt finalmente decidió recular y retiró la opción de que las obras se añadiesen automáticamente a la base de imágenes usadas para entrenar DreamUp.
Tras todo esto, la conclusión es clara: las inteligencias artificiales ha venido para quedarse, queramos o no. ¿Podremos convivir con ellas pacíficamente?
Imagen de portada: Andrey Lazarev
