Si fuera un alumno de la Academia Jedi, Fallen Order se graduaría con honores. El nuevo juego de Star Wars a cargo de Respawn es una excelente combinación de Metroid y Dark Souls, una de las mejores entregas recientes del microcosmos de los juegos de Star Wars, y un tremendo recordatorio de que los mejores momentos, los desafíos más enormes, siguen aguardándonos en campañas para un solo jugador.
Star Wars Jedi: Fallen Order tiene lugar entre los Episodios 3 y 4 de la saga. Combina a la perfección el ambiente trágico de La Venganza de los Sith con la sensación de aventuras galácticas de Una Nueva Esperanza. Encarnamos a Cal Kestis, un antiguo padawan interpretado por Cameron Monaghan, que vive oculto en un planeta-desguace tras los incidentes de la Orden 66. Un imprevisto le hará revelar su Fuerza, lo que provocará la llegada de los Inquisidores del Imperio, encargados de acabar con los Jedi supervivientes de la galaxia. En el momento más tenso, Cal encontrará la ayuda de Cere Junda, antigua Jedi que ha dejado atrás la Fuerza y que quiere restaurar la Orden.
Me ha sorprendido la complejidad de todos y cada uno de los personajes que aparecen en Fallen Order. Cal cae genial enseguida, y acabas atraído por la experiencia traumática que significó para él la Orden 66. Cere esconde un pasado oscuro cuyas consecuencias tendrá que afrontar a lo largo de la aventura. Hasta la villana de la historia, la Segunda Hermana de los Inquisidores, tiene claroscuros inesperados. Como resultado, tenemos una aventura que se vuelve personal, en donde estamos emocionalmente volcados en ella. Lo más meritorio de todo esto es que, aunque Fallen Order no abandona sus lazos con el universo Star Wars, sus mejores momentos nacen de sus personajes originales (o de los secundarios de los cómics o de las novelas) en lugar de depender demasiado de la nostalgia. Curiosamente, Fallen Order depende más de Dark Souls que de sus películas.
Nadie esperaba que Star Wars Jedi: Fallen Order fuera pupilo aventajado de la saga Dark Souls de From Software, pero los caminos de la Fuerza son inescrutables. Todos los elementos de Dark Souls están en la aventura de Cal: combates en los que hay que calcular cada movimiento, una especial predilección por el bloqueo de ataques, puntos de control que te recuperan la vida a cambio de resucitar a todos los enemigos liquidados… Incluso si mueres, tienes que atacar al enemigo que acabó contigo para recuperar tu experiencia. Todos estos elementos darksoulianos están ahí, pero mitigados; no llegan a los niveles demenciales de From Software a no ser que así lo hayas decidido elevando el nivel de dificultad. Pero de todos estos elementos, el que más me ha encantado ha sido la falsa linealidad de los mapas.
A primera vista, los mapas de Fallen Order parece lineales. Eso se deba a la impresión que te dejará la introducción, muy lineal y muy parecida a Uncharted y compañía. Pero este espejismo cae enseguida para mostrar mapas repletos de exploración, rutas secundarias, enemigos opcionales, verticalidad y puzles intricados. Hay más densidad de la que crees. En este sentido, Fallen Order es más bien un metroidvania, porque tendrás que regresar a zonas anterior para desbloquear rutas con las nuevas habilidades. Explorar además tiene recompensa: recibirás nuevos accesorios para tu sable láser, registros de antiguos Jedi… Aunque muchas veces para abrir estos cofres tendrás que enfrentarte a enemigos de todo tipo.
El combate es parecido a Dark Souls pero no exige perfeccionar tu precisión o reflejos a niveles obsesivos. Tu única arma será el sable de luz, y lo primero que tendrás que aprender a controlar de maravilla es el bloqueo. Te ayudará a devolver disparos láser a los enemigos y, sobretodo, a noquearlos momentáneamente. También tendrás que aprender a esquivar, a saltar… Desde el principio jugué al nivel de dificultad Jedi Maestro, así que cada encuentro se convertía en un gran momento de tensión donde si no medía bien las distancias u observaba los patrones de ataque, moriría sin remedio. El juego no tarda en ponerte a prueba con batallas multitudinarias contra decenas de enemigos de diferentes tipos. Como los controles están ajustadísimos, cada combate parecía un duelo coreografiado como los de las películas. Especialmente cuando me enfrentaba a humanoides con habilidades parecidas a las mías.
Hay una variedad sorprendente de enemigos. Incluso los clásicos Storm Trooper tienen diferentes versiones; temblaba especialmente cada vez que me enfrentaba a su destacamento anti-Jedi. Cuando no luchas contra humanoides te las estás viendo con la fauna hostil de cada planeta. Hay arañas mortíferas que escupen veneno, unos bichejos muy parecidos a los trolls del Señor de los Anillos… Aprenderme los patrones de movimiento y las debilidades de estos monstruos ha sido muy divertido, sobre todo cuando entendí que podía hacer que se enfrentaran entre sí. Así podía empezar cada batalla en ventaja. Y, si todo fallaba, pues siempre estaba la Fuerza.
La Fuerza en Fallen Order no es la estrategia por defecto como ocurría por ejemplo en El Poder de la Fuerza. Aquí debe utilizarse con mesura y en el momento adecuado. Puedes ralentizar, tirar y empujar. Como solo son tres poderes, y cada uno tiene adjudicado un botón del mando, acabas aprendiéndolos pronto. Además, estos poderes van evolucionando. Detener con la Fuerza el láser enemigo para devolvérselo, empujar a un Storm Trooper por un acantilado… Todas estas acciones acaban siendo intuitivas. Tu Fuerza no es infinita; se recarga eliminando enemigos con tu sable de luz.
Aunque a nivel técnico Fallen Order es una maravilla, tiene algunos problemas que entorpecen la experiencia. El que más me perjudicó durante la elaboración de este análisis fue un bug que de tanto en cuanto bloqueaba mi partida durante los tiempos de carga. Además, algunas zonas adolecen de ralentizaciones inexplicables. Respawn ha tomado nota de estos problemas y en breve habrá una actualización que las resuelva. Pero no todo lo va a poder resolver un parche. Como el diseño de algunos mapas.
En el único punto en el que Fallen Order no ha conseguido seguir fielmente los pasos de su maestro, Dark Souls, es en el diseño de algunas de las zonas. Los juegos de From Software son una clase maestra constante en cómo hacer mapas que primero parecen laberínticos pero que calan muy rápido en la mente del jugador y este los acaba atravesando una y otra vez de memoria. La sabiduría de From Software en colocar atajos también ayuda; aparecen en el momento adecuado y ahorran un tiempo valiosísimo. Ciertas zonas de Fallen Order no obstante son un embrollo al que jamás me acostumbré pese a atravesarlas muchas veces. Por norma general, los atajos están mal dosificados; o aparecen demasiado seguidos o son muy escasos, no están bien introducidos… Pero estos detalles no pueden hacer frente al gran acierto de Fallen Order.
Al igual que Cal durante la ventura, Fallen Order ha decidido emprender la difícil labor de restaurar a la caída Campaña Single Player. Vivimos en un panorama videojueguil en el que casi todas las campañas single-player tienen un Lado Oscuro, por así decirlo. O bien intentan colarnos micro-transacciones a saco, o bien el auténtico final está detrás de un DLC, o el ritmo se ve entorpecido por momentos cooperativos que nadie ha pedido.
Fallen Order deja todo eso atrás para darnos una aventura en solitario pura y tremenda. No puedes pagar para conseguir mejor nivel; tendrás que aprender a controlar la Fuerza y tu espada. No hay misiones bloqueadas porque no reservaste el juego; todo está a tu alcance desde el primer momento. No hay un final cliffhanger para vendernos una secuela o peor aún, obligarnos a ir a ver la próxima película para saber cómo acabará todo. La aventura nace, se desarrolla y termina ella solita, dejándonos más que satisfechos.
Como resultado, Star Wars Jedi: Fallen Order es un triunfo en todos los sentidos. Es una de las mejores campañas single-player del año, se merece estar en el top 3 de juegos modernos de Star Wars. Es complejo, es difícil, está repleto de secretos y no deja de sorprender con nuevos enemigos o puzles. La inminente película lo va a tener complicado para darme emociones y situaciones que superen lo vivido con Cal y compañía.
Star Wars Jedi: Fallen Order está disponible desde el 15 de noviembre para PC, PS4 y Xbox One.