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Jugoso Dead Rising 2 en miniatura

Pierre

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La esencia bruta de Case Zero reside en ser un pequeño adelanto de lo que podemos encontrar en el próximo Dead Rising 2. Digamos que es una demo de pago, sí, pero una maravillosa, trepidante, llena de posibilidades y rejugable demo que vale todos sus Microsoft Points y algunos más. Al precio que está se paga con gusto, sí señor.

Por otro lado, si lo analizamos como juego independiente, Case Zero hace su trabajo la mar de bien. Es una producción Arcade como no se había visto antes, con un motor gráfico potentísimo, una duración más que considerable y, sobre todo, es tremendamente divertido.

Lo mires como lo mires, tanto si es un juego arcade o como si es una demo, Case Zero sale victorioso y por la puerta grande. Nos deja con la miel en los labios y con ganas de seguir matando zombis y luchar contra el tiempo.

Preparando el terreno

Case Zero cuenta la historia inmediatamente anterior de Dead Rising 2 (sea la que vaya a ser). Aquí viviremos una mini-aventura cuando Chuck y su hija, infectada por el virus zombi, se detienen en un poblado de mala muerte para abastecerse de comida y gasolina.

Cuando nos roban el coche y aparecen los zombis nos vemos irremediablemente atrapados y sin la vacuna para proteger a nuestra indefensa hija. Así pues Chuck, un tío con recursos, se las debe apañar para conseguir la medicina, reconstruir una motocicleta, salvar a los ciudadanos aún vivos y escapar antes del ataque militar masivo. Todo eso en un día.

Lo más interesante es que se repite el patrón jugable visto en Dead Rising y que también estará en la segunda parte. Es decir, tenemos un tiempo límite para cada objetivo, y si no llegamos a tiempo se termina la partida sigamos vivos o no. Además, el tiempo es clave en todo el juego, algunos sucesos sólo ocurren a una hora determinada y en las misiones secundarias (como salvar a alguien) tendremos un tiempo límite que no tiene porqué coincidir con la misión principal que desarrollemos en este momento.

Si habéis jugado al primer Dead Rising, sólo hay que decir que el patrón es el mismo, cosa que aplaudimos porque es uno de los puntos centrales en la jugabilidad de esta franquicia y temíamos seriamente que pudiera descartarse por algún motivo (es de sobra conocido que esta forma de jugar no gustó a todo el mundo).

La única diferencia respecto al primer juego es que ahora al guardar podremos grabar hasta en tres slots, de modo que se pueden realizar puntos de salvado paralelos o en momentos “de seguridad” para protegernos de un posible callejón de tiempo sin salida.

Aún así, es más que probable que tengamos que reiniciar la partida una o dos veces al no conseguir alguno de los objetivos clave a tiempo. En estos casos reiniciamos con toda la experiencia y habilidades acumuladas, haciendo ese segundo o tercer intento más llevadero.

El límite de experiencia marcado en Case Zero es hasta el nivel 5. Con este habremos conseguido más vida, algún movimiento de ataque que otro y varias cartas Combo (que explicamos más adelante). Nuestra partida grabada, con todo lo que hayamos acumulado, se puede utilizar en Dead Rising 2, de modo que si jugamos a Case Zero podremos comenzar con algo de ventaja en el juego final.

Regreso al mejor juego de zombis

Case Zero es como un Dead Rising 2 en miniatura. Esto significa que todo lo que se ha hablado ya de la segunda parte es aplicable aquí. El control es muy similar al juego anterior, con prácticamente ningún cambio. Sí que hemos notado, sin embargo, que responde algo más rápido.

El juego aporta una jugabilidad más o menos abierta que marca una serie de objetivos pero con libertad casi absoluta para explorar el mapa o ir a nuestro ritmo (siempre vigilando el reloj, claro está).

También podemos crear armas combinando dos herramientas, las llamadas Combo. En el juego hay bastante margen para le experimentación, y si descubrimos una nueva combinación se creará una carta en nuestro inventario. Según lo descubramos nosotros o las desbloquee el juego por haber conseguido un objetivo, las armas Combo darán más o menos experiencia.

Pero lo más interesante es la sensación de multitarea que nos embriaga al jugar. La necesidad acuciante de llegar siempre a tiempo, buscar por el poblado las piezas para la moto (sin apenas pistas), luchar contra zombis y contra el tiempo, salvar vidas o investigar lo suficiente para crear nuevas armas, crea una jugabilidad hiperactiva, muy dinámica, que se detiene sólo en las escenas cinemáticas igual de bien dirigidas que lo estaban en Dead Rising 1 (al estilo Capcom, vamos).

En cuanto al tema gráfico nos ponemos en alerta. Se nota el paso del tiempo y el, más que considerable, aumento del número de zombis. De algún lado han tenido que sacar, y en este caso ha sido bajando la resolución de las texturas, con un detalle que se hace escaso se mire como se mire (especialmente en primeros planos). También hay algunas ralentizaciones en los momentos de masificación zombi. El primer caso puede ser debido a la compresión necesaria para que todo Case Zero pueda descargarse como juego Arcade, pero mucho nos tememos que lo segundo se deba ya a un problema de raíz y que heredará Dead Rising 2. Ya veremos.

Conclusiones

Con todo, Case Zero es un excelente juego, con una historia bastante bien resuelta a puertas del segundo capítulo, un control magnífico, zombis a go-gó para matar de mil formas diferentes, y una jugabilidad aún más dinámica que en Dead Rising.

Visto lo visto, no podemos sino aconsejar su compra, tanto si tenemos previsto comprar el siguiente juego, como si no.

Pierre

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