Blacksad: Under the Skin es una genial aventura gráfica que combina el humor irónico y los misterios repletos de plot twists del cómic original, con el sistema de cruce de pistas de los Sherlock Holmes de Frogwares y con el sistema de toma de decisiones de los juegos de Telltale. El resultado es una investigación con ritmo, que siempre sorprende con nuevas ideas, y que acumula tensión conforme eres consciente de las consecuencias de tus actos.
Encarnamos a John Blacksad. Detective privado que deambula las calles de la Nueva York de los 50. Ah, y es también un gato antropomórfico. Sus novelas gráficas utilizan el contexto detectivesco como excusa para tocar temas tan importantes como el racismo, los problemas del capitalismo…
La historia de Under the Skin tiene un guion tremendo que bien podría formar parte de las novelas gráficas originales: el dueño de un gimnasio para boxeadores, y entrenador de una joven promesa del boxeo, parece haberse ahorcado a escasas semanas de un combate entre su pupilo y la estrella del ring. La hija del presunto suicida contratará a Blacksad, que enseguida se dará cuenta de que nada es lo que parece.
El guion no solo atrae y sigue la conocida estructura de la bola de nieve (lo que empieza siendo algo sencillo acaba siendo casi inabarcable), sino que aprovecha al máximo tanto al personaje como a su mundo. El juego es cruel y violento cuando debe ser, realiza acertados comentarios o críticas hacia la segregación social cuando es pertinente… No solo no es necesario conocer las novelas gráficas para adentrarte en el caso, sino que sirve de genial punto de partida.
A nivel jugable, no tenemos un inventario al uso en el que combinar pollos de goma con todo lo que encontremos. Blacksad recopila pistas por un lado y deducciones por el otro, al estilo Sherlock Holmes: Crimes and Punishments (o el lejano Discworld Noir). El juego te avisará cuando puedas combinar dos o tres de estas deducciones para sacar una nueva idea. Esta idea a su vez puede desbloquear un nuevo diálogo, o te permitirá usar el escenario de una forma diferente. Pero todo detective que se precie no solo le da al coco; tiene que saber usar los puños.
En momentos determinados tendremos que superar secuencias QTE. No hay margen de error: un descuido y seguramente acabaremos muertos y tocará volver a empezar la secuencia desde el principio. Son momentos inocuos y muchas veces telegrafiados así que no te pillarán lejos del teclado o del mando.
Finalmente, en Blacksad: Under the Skin tenemos un sistema de toma de decisiones que recuerda a The Walking Dead y el resto de juegos de Telltale. Su puesta en escena es literalmente inmediata; lo primero que harás en el juego es tomar una decisión cuyos ecos se irán engrandeciendo conforme dure el caso. Es una mecánica más compleja de lo esperado. No solo hay ramificaciones a nivel jugable sino que puedes crear tu propio detective. ¿Serás un ser melancólico incapaz de olvidar lo ocurrido con tu pareja? ¿Un investigador corrupto que mentirá y chantajeará con tal de resolver los enigmas?
La combinación de deducciones, un poco de acción y decisiones ya de por sí garantiza variedad, pero por si eso no fuera poco, Blacksad: Under the Skin te sorprende con geniales secuencias que utilizan al máximo la tensión de las aventuras de detectives. No quiero hacer muchos spoilers, pero destaco dos momentos sin dar muchos detalles: por un lado, una infiltración nocturna no solo te ofrece consecuencias de decisiones anteriores, sino que acumularás más tensión cuando te toque tomar otras decisiones importantes con poco tiempo de margen; por otro lado, otra secuencia en donde te haces pasar por cierto personaje introduce geniales flashbacks jugables en donde debes buscar pistas en el pasado a contrarreloj. Es atípico encontrarte con una aventura gráfica que quiera sorprenderte de esta forma tan continuada.
La presentación está totalmente al servicio del tono detectivesco del juego. Destaco especialmente los giros de cámara, 100% cinematográficos, y la banda sonora repleta de temas de jazz que amenizan las investigaciones. El doblaje es acertadísimo y te mete de lleno en el mundo.
Resulta curioso que una aventura gráfica tan moderna en cuanto a técnica y forma de contar su historia peque a veces de ralentizar su ritmo. Por ejemplo, es imposible omitir los diálogos o los monólogos de Blacksad. Como resultado, se me hacían eternos los momentos en los que recorría el escenario en busca de pistas que me había dejado y que necesitaba para avanzar. Lo mismo ocurría cuando moría y me tocaba repasar diálogo hasta llegar al momento en el que había cometido un error.
Hay otros elementos ausentes en el juego que normalmente doy por sentado que van a estar. Por ejemplo, no existe un botón para correr o una forma automática de visitar lugares a los que ya hemos ido. Y a estas alturas, toda aventura gráfica debe tener algún botón o comando que destaque los lugares de interés.
Por suerte, son detalles que, en el peor de los casos, solo me han entorpecido o molestado. Los sorprendentes giros de guion, el desfile casi ininterrumpido de sospechosos, los diálogos excelentemente escritos e interpretados… Tenía incentivos de sobras para dejar estos detalles de lado y seguir con mis indagaciones. Unas pesquisas que, por cierto, acabaron con el mejor regusto posible: me quedé con ganas de más.
Quiero una segunda parte, un segundo caso. Pendulo ha clavado la fórmula ganadora: giros de guion, engaños, nuevos asesinatos, deducciones, decisiones… Tanto si eres fan de Blacksad como si no, el misterio te mantendrá enganchado hasta el final y tus sesiones pasarán volando. Espero que Under the Skin no acabe siendo una aventura independiente, sino que sea el principio de una saga detectivesca ágil, divertida y atrayente. Una combinación de adjetivos que, por cierto, hacía tiempo que no podía asociar a un juego de este género.