Toca cambiar el horario. Como cada año en marzo, los españoles volveremos a mover las agujas del reloj para adelantarlo una hora. Aunque esta práctica es muy común y parece inocua, lo cierto es que la evidencia científica sugiere que podría tener efectos negativos en la salud.
En España, este último domingo de marzo marca el cambio de hora. En concreto, la madrugada del domingo 26 de marzo, pasaremos de las 2:00 a las 3:00 de la mañana (hora española).
Este cambio se produce con el objetivo de aprovechar al máximo la luz durante los meses de verano y se trata de una práctica común en todo el mundo. Sin embargo, aunque el nuevo horario puede tener sus ventajas, lo cierto es que también puede afectar a nuestro sueño y estado de ánimo.
Numerosos investigadores han encontrado una vinculación directa entre el cambio de hora veraniego y problemas de salud importantes relacionados con nuestro sistema circulatorio y el descanso. Beth Ann Malow, profesora de neurología y pediatría del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville ha sido precisamente quién ha señalado esta causalidad.
Y es que el resultado es un cambio permanente en nuestra percepción de la luz matinal durante meses. La luz aumenta los niveles de cortisol, conocida también como la hormona del estrés. Un desajuste puede afectar a la calidad del sueño, alterar nuestra microbiota intestinal e incluso hacer que retengamos más grasa corporal.
Por otro lado, el hecho de de que anochezca mucho más tarde también acarrea problemas de sueño debido, precisamente, al exceso de luz. Los adolescentes son especialmente susceptibles a estos cambios debido a la pubertad, ya que la melatonina se libera más tarde aún.
Un mismo horario impermutable
A pesar de la evidencia científica, hay otras posturas en la comunidad que mantienen que el cambio de horario es “necesario“.
Según la Agencia SINC, la Sociedad de Investigación del Sueño (Sleep Research Society) afirmó que había que “eliminar el cambio horario y adoptar la hora estándar permanente Estados Unidos”. Sin embargo, los físicos José María Martín Olalla (Universidad de Sevilla) y Jorge Mir (Universidad de Santiago de Compostela) defienden la postura de que es mejor seguir con los cambios horarios. Según ellos, esto ayuda a “optimizar el uso de la luz matinal”.
Sea como fuere, es importante considerar los efectos que pueden tener estos cambios a largo plazo en nuestra salud y tomar medidas para preservar el bienestar. De momento, solo sabemos que este domingo dormirás una hora menos (lamentablemente).
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