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7 veces en las que Google metió la pata hasta el fondo

7 veces en las que Google metió la pata hasta el fondo
Maria Baeta

Maria Baeta

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Google está a dos pasos de dominar el mundo. No sólo lo dicen los Simpson, sino que es un hecho si pensamos todo el tiempo de nuestra vida que invertimos en usar servicios de esta compañía: su buscador, el correo electrónico, su alojamiento en la nube…

Ahora bien, no todo en la Historia de la gran G han sido éxitos. Como toda gran compañía (¡saludos, Apple y Samsung!), Google ha metido la pata en infinidad de ocasiones, lanzando productos que prometían ser grandes invenciones y que acabaron siendo auténticos fracasos. Así pues, repasemos 7 grandes inventos fallidos de Google.

7 inventos fallidos de Google que ya habías olvidado

1. Google Respuestas

Haces una pregunta y otros usuarios expertos en la materia responden, ¿qué podría salir mal? Pues en el caso de Google Answers, todo. Esta comunidad, nacida en 2002 con la idea de que un usuario hiciese peticiones y otros les respondiesen a cambio de dinero (de $2 a $200) empezó con fuerza, pero pronto se llenó de trolls que preguntaban cuestiones absurdas y de otros, más dañinos, que se dedicaron a llenar la aplicación de mensajes inadecuados (obviamente querían hacer de todo menos ayudar). Bueno, y no olvidemos los que usaban la herramienta para promocionarse a bajo coste.

google-answers

En definitiva, si bien Yahoo Respuestas subo sacar rédito a la absurdez de las preguntas y respuestas de sus usuarios, Google no supo cómo gestionarlo y vio cómo su herramienta colaborativa dejaba de dar servicio a finales de 2006. Si aún tienes curiosidad por saber cómo era Google Respuestas puedes consultarla.

2. Jaiku

En febrero de 2006, los finlandeses Jyri Engeström y Petteri Koponen, antiguos asesores de Nokia, fundaron Jaiku. Se trataba de una red de microblogging para mandar mensajes de hasta 140 caracteres. ¿Te suena la idea? Sí, es lo que empezaría a ser Twitter un mes más tarde.

jaiku

Google, que vio una posibilidad de negocio en Jaiku, la compró en octubre de 2007, cuando Twitter ya empezaba a asomar la patita… Mala idea, la gente ya se estaba acostumbrando a la red del pajarito y la minimalista Jaiku tuvo que acabar cerrando. Buena idea, mal momento.

3. Google Wave

El historial de fracasos de Google relacionados con las redes sociales es motivo de estudio. Además del mencionado Jaiku, si pensamos en altenativas a Facebook recordaremos que primero lo intentó con Orkut, una red social lanzada en 2004. Aunque tuvo cierto impacto en países como Brasil, India, Paraguay o Paquistán, cerró sus puertas en 2014. Pero ese no fue su mayor fiasco: el top del fracaso social llegó con Google Wave, una idea que presentaron a bombo y platillo en 2009 en la conferencia I/O.

Google Wave era una mezcla de red social e integración con los servicios actuales de Google. El concepto de tener en un mismo sitio los contactos de tus amigos para conectar con ellos de una forma diferente o para compartir fotos o eventos no estaba mal, pero todo era demasiado caótico y ni la propia Google supo explicar las bondades de su curioso producto, y más cuando Facebook ya era todo un éxito y los reticentes a la red social podrían seguir usando foros de discusión y otras herramientas.

google-wave

Ni un año tardó Google en darse cuenta que su proyecto era fallido, que estaba muy inacabado y que a nadie le gustaba y decidió retirarle el soporte.

4. Google Buzz

Cuando Google intentaba que nos enamorásemos sin éxito de Wave anunció otro híbrido entre producto ya conocido y red social, Buzz. En esta ocasión lo novedoso estaba en integrar opciones sociales a nuestro querido correo de Gmail.

El gran problema de Buzz era su seguridad de baratillo: lo que publicábamos se podía indexar en los buscadores, mensajes supuestamente anónimos no lo eran tanto y, de postre y cómo sucedía en Wave, el público no encontró qué ventaja tenía esta red frente a la competencia.

google-buzz

Tras anunciarse su desaparición en octubre de 2011, Buzz cerró sus puertas en julio de 2013.

Tras los cierres de Wave y Buzz, Google apostó fuerte por la que se supone que sería su red social definitiva Google+. Si bien no descalabró a los pocos meses, como sus antecesores, vive en un permanente estado de letargo. ¿Acabará en otra lista de grandes fracasos de Google?

5. Lively

Otro producto que Google sacó aprovechando el éxito de algo ya existente fue Lively. Con un diseño de lo más llamativo y en 3D, este mundo virtual quería competir a lo grande con Second Life, que en el ya lejano 2008 era lo más.

Lively ofrecía crear un avatar, vivir en una parcela donde incluías tu contenido (enlaces, fotos, etc) e interactuar con el entorno y los otros avatares, con salas de chat que aceptaban decenas de usuarios. A diferencia de Second Life, Lively no permitía crear objetos para comprar y vender, por lo que a nivel personalización era una app muy limitada.

Puede que esta limitación creativa (unido a lo feúchos que eran los personajes, todo sea dicho) fuese la estocada mortal de Lively, que apenas estuvo online 6 meses, siempre en fase beta. Sí, 6 meses: si te soy sincera, antes de escribir este artículo ni me acordaba de que esto había existido.

6. Nexus Q

Google no sólo ha metido la pata en cuanto a software: algunos de sus prometedores productos de hardware también han sido increíbles fracasos. El más claro es Nexus Q, un dispositivo multimedia con integración con Android y Google Play que anunciaron en la conferencia I/O de 2012.

El dispositivo esférico no era malo per sé, pero su elevadísimo precio, 299.99 dólares, y sus limitaciones (no era compatible con Netflix o Hulu) hicieron que no contase con el respaldo del público y que se discontinuase al poco de salir a la venta.

Por suerte Google aprendió de sus errores y en 2013 lanzó Chromecast, un dispositivo mucho más humilde que el Nexus Q pero un todoterreno si su uso se conjuga con un PC o smartphone: por menos de 37 dólares este cacharrito de bolsillo convierte cualquier tele en una Smart TV.

7. Google Glass

También en 2012 Google anunció Google Glass, las que se supone que iban a ser las gafas de realidad aumentada definitivas. Aunque el recibimiento de la audiencia fue bueno y en 2014 se empezaron a vender los modelos preliminares, a la larga se vio que esta tecnología acarreaba muchos problemas: podría provocar problemas legales, no era tan cómoda como se suponía, la duración de su batería dejaba mucho que desear y las aplicaciones que podían usarse en ella no eran algo tan novedoso ni que no se pudiese usar de forma cómoda con un smartphone, smartwatch u otro dispositivo.

Estos hechos, unidos a un alto precio (unos 1.000 dólares) y a la llegada de diferentes gafas de Realidad Virtual a menos precio, convirtieron a Google Glass en un simple prototipo que no llego a nada más, y en un aviso: no te dejes llevar por las primeras impresiones.

Bonus Track: Google Reader, el cierre que nadie entendió

No todos los cierres o cancelaciones de Google se han debido a problemas tecnológicos o a la mala recepción por parte de la audencia: a veces la gran G ha cancelado proyectos muy queridos por los usuarios, y el primero que me viene a la mente es Google Reader.

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Reader, el lector de RSS de Google, cerró tras más de 6 exitosos años de servicio, dejando huérfanos a millones de usuarios que estábamos acostumbrados a leer las noticias a través de él.

Google esgrimió que los tiempos estaban cambiando y que Reader representaba un modo antiguo de consumir noticias, que había que dar paso a nuevas formas… ¿Nuevas formas como Google+, que a casi nadie le convence? ¿Me estás llamando antigua, Google? El tema es que el cierre de Reader fue aprovechado por otros lectores de RSS, que ganaron terreno gracias al suceso (Feedly, Feedreader, Inoreader…).

Lo cierto es que cuatro años después del fin de la app, el consumo de noticias ha evolucionado mucho y los lectores de RSS son una cosa residual, pero eso no quita que el cierre de Reader nos doliese…

Maria Baeta

Maria Baeta

Mi primer ordenador fue un Amstrad CPC 6128 y así se inició mi amor por los gadgets. Además de la tecnología y los juegos me apasiona la música (soy cantante en dos bandas de swing, jazz y blues), el cine (verlo y escribir sobre él), la gastronomía (cocinar... ¡pero sobre todo comer!) y la moda alternativa. ¿Sigues el culto de The Rocky Horror Picture Show? Entonces seguro que podemos llevarnos bien.

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