En el terreno de los navegadores de Internet hay dos claros líderes: Mozilla Firefox y Google Chrome. Cada uno tiene sus particularidades y no es raro que se usen ambos en ocasiones –nuestro caso, por ejemplo-. Sin embargo, si ahora mismo sólo quieres recurrir a uno en cuestión, te damos 5 razones para usar Firefox en vez de Chrome.
La privacidad
En estos tiempos de histeria colectiva en lo que respecta a datos privados, más tras los escándalos de Facebook, tener un navegador como Mozilla Firefox es toda una garantía de privacidad. El programa es de código libre, es decir, no cuenta con una multinacional tras de sí encargada de vigilar todos los movimientos que realizamos. Por tanto, aquí se anota un minipunto el bueno de Firefox.
A esto, por cierto, habría que sumarle que el navegador cuenta con importantes herramientas en cuanto a privacidad se refiere. Son pequeñas apps o extensiones que se pueden ir añadiendo para potenciar este apartado.
Consume menos recursos
Es, y con mucha diferencia, el punto débil de Google Chrome y donde Firefox gana por goleada: los recursos que consume. Si ahora mismo abres el administrador de tareas mientras tienes Google Chrome operativo con unas pocas pestañas, presta atención a los procesos. Casi con total seguridad, tienes varios campos dedicados única y exclusivamente al navegador de Google. Y eso es una ruina a nivel de rendimiento.
Tanto Firefox como Google Chrome tienen multiproceso, pero la diferencia es que mientras que Google Chrome abre un proceso por pestaña, Firefox permite tres pestañas por proceso. Una sutil (y gran) diferencia.
Las pestañas
Si en el punto anterior te hablábamos de que Google Chrome consume muchos procesos debido a las pestañas abiertas, ahora hay que hablar sobre estas a nivel de diseño. Nos gusta el formato de Google Chrome, más que el de Firefox, pero tiene un problema: cuando se cargan muchas… resulta imposible ver cada una. Mozilla, en cambio, integra un bonito scroll horizontal que permite ver siempre qué se tiene en pantalla.
Google podría aprender en este punto de cómo las gestiona el zorro más famoso de Internet. Y no es difícil, todo sea dicho.
Cada vez tiene más extensiones
Hubo un tiempo en el que Google Chrome era el líder absoluto a la hora de las extensiones. Sin embargo, durante los últimos años se ha conseguido que este dominio no sea tan absoluto. Mozilla Firefox ha conseguido no sólo casi las mismas (o más) extensiones, sino que estas sean de calidad gracias a la comunidad que atesora.
A esto hay que añadirle que muchas extensiones son cruzadas, es decir, pueden funcionar entre navegadores sin ningún problema.
La sincronización
No vamos a engañar a nadie: si algo bueno tiene Google Chrome es que todas las herramientas de Google están entrelazadas con maestría. Por suerte, Firefox se puso las pilas durante las últimas versiones con este tema, y la sincronización entre navegadores ya funciona de manera estable.
Gracias a ello, todo el contenido que está en el PC se puede ver posteriormente en el teléfono móvil (u otro dispositivo, claro). Además, también puedes hacer uso de las propias extensiones de Google para sacar más partido.
