Jugar con el PC está más de moda que nunca (si es que alguna vez se fue la misma, que aquí nos sale la vena Pecera, todo sea dicho). Sin embargo, el principal hándicap que tiene el PC sigue siendo el mismo: necesitas tener el equipo delante… salvo que cuentes con un portátil. Si este último es tu caso, te traemos 4 trucos para sacar partido a tu portátil como PC Gaming.
TRUCOS PARA ACTUALIZAR TU VIEJO PC
DESCÚBRELOSMide la temperatura
La primera de las recomendaciones no puede ser más clara: controla siempre la temperatura del portátil cuando estés jugando. La característica de este tipo de dispositivos es que la ventilación es más reducida. Como es lógico, todo esto es debido a la propia idiosincrasia que tiene el portátil: es más pequeño, las piezas están más pegadas y, por tanto, se sobrecalientan más (la batería, véase), etc.
Mantener una buena refrigeración es vital a la hora de jugar con el portátil. Esta actividad es de las que más acelera el equipo y calienta el equipo, así que mantenlo situado en sitios despegados, cómprale una base si puedes y no olvides instalar el Afterburner para tener en todo momento la temperatura medida.
Sé consciente de lo que estás jugando
Aunque hay portátiles gaming y pensados para la actividad del juego, es importante tener en cuenta el título al que se está jugando. No todo vale, por decirlo en otras palabras y para que se nos entienda.
Puede que tu equipo sea capaz de ejecutar un juego en cuestión, pero este va a sufrir un poco. Si este es el caso, te recomendamos que lo dejes pasar e instales otro tipo de juego. Es un golpe duro, lo sabemos, pero nos lo va a agradecer tu bolsillo en el futuro.
Reduce requisitos
Si antes hablábamos de juegos que pueden exprimir más de lo que deberían a tu equipo, ahora viene otro truco o consejo básico: reducir los requisitos de los que funcionan sin problemas en el portátil.
Por ejemplo, si ves que un juego corre de manera fluida y sin altibajos en tu portátil, rebaja los requisitos siempre que no afecten a la calidad final. Puede que tengas los gráficos en “Alto” o el antialiasing configurado, ponlo en “Medio” y desactívalo, respectivamente. Si te preguntas el porqué, la razón no es más que no forzar la maquinaria (y de aquí volveríamos al punto uno). No hay más.
Dedica recursos al jugar
Cerramos con esta recomendación. Cuando vayas a jugar, cierra todo aquello que tengas abierto. Por ejemplo, Google Chrome consume muchos recursos de memoria RAM, mientras que el Photoshop hace lo propio con la gráfica y la CPU. Si tienes abierto todo esto a la par que juegas, tu portátil estará sufriendo lo que no te puedes imaginar (y calentándose como si fuera un horno).
Apaga cualquier proceso que esté en segundo plano o abierto. La idea es que el portátil se quede única y exclusivamente para jugar.
